Música, colores y sonrisas: inaugurados oficialmente los FIP World Padel Championships en Doha. Carraro a los jugadores: “Estén orgullosos de jugar por su país”

“Están acostumbrados a luchar en la pista por vosotros mismos; desde mañana lo harán por su país. Deben sentirse orgullosos y hacerlo con una sonrisa, porque esta es una experiencia que recordarán toda la vida”. Dirigiéndose a los jugadores de los 20 países y de los 32 equipos participantes en los FIP World Padel Championships durante la ceremonia de apertura y la cena de gala en el Al Jewan Hall Dana Club, el presidente de la Federación Internacional de Padel, Luigi Carraro, dio oficialmente inicio a la competición por el título mundial. Desde el lunes, serán los jugadores los grandes protagonistas de una emocionante competencia, en la que los mejores del mundo lucharán bajo la bandera de su país. A ellos, Carraro dedicó la parte más emotiva de su discurso de apertura, tras las palabras del director del torneo y secretario general de la Federación de Tenis de Qatar (QTF), Tariq Darwish Zainal, y después de recordar cómo cada vez que el pádel mundial regresa a Qatar, sucede algo decisivo e importante para el futuro de este deporte.

Antes y después, en la reluciente sala Al Jewan Hall, hubo una explosión de luz y colores, acompañada por la música de un violín en vivo primero, y luego por un saxofón. La música animó el ambiente y acompañó la fiesta de los equipos que se iban acomodando en las mesas, cada una marcada con una pequeña bandera de su país, subrayando las palabras del presidente de la FIP. Tras la introducción, el equipo de Argentina, vigente campeón mundial, fue el primero en subir al escenario en calidad de defensor del título. Allí estaban los héroes del circuito mundial: Tapia, Chingotto y todos los demás, junto a sus rivales de siempre, el equipo de España con los ‘Fab Four’: Galán, Lebrón, Coello y Paquito Navarro.

Luego, uno a uno, los veinte países participantes, encabezados por sus presidentes federativos, desfilaron en el elegante escenario blanco al ritmo de la música, con dos pantallas gigantes a los costados que mostraban un juego de colores e imágenes que transmitía la emoción de estar en Doha, listos para vivir una experiencia inolvidable. Las sonrisas que mencionó Carraro fueron la constante en una noche de celebración y alegría, enmarcadas en los colores de cada país: desde las bufandas de estrellas y franjas de la selección estadounidense, hasta el salto de celebración al estilo Cristiano Ronaldo de los jugadores portugueses. Y esas sonrisas, sin importar quién gane o cómo resulten las cosas, representan la parte más hermosa de una noche para recordar.