Halloween, trompetas y tambores, en Doha la fiesta del pádel no es solo en la pista
octubre 31, 2024Un diadema con alas de murciélago, rojas o negras, no hace diferencia: para los equipos americanos, Halloween es Halloween, cae hoy y de alguna manera hay que celebrarlo incluso lejos de casa. Así que en los FIP World Padel Championships de Doha, las atletas Made in USA recorren el recinto esperando el partido con Dinamarca, con ese pequeño accesorio alado en la cabeza que es un poco la fiesta dentro de la fiesta del pádel. El clima es de gran competitividad – lógico, es un Mundial – pero la sonrisa de los protagonistas es la marca más reconocible en la magnífica sede del Khalifa International Tennis and Squash Complex, y los atletas, al borde de la pista no dudan en dejar volar su imaginación y convertirse en ‘estilistas’ del apoyo. No se cuentan las banderas de todos los tamaños y materiales: desde los cartones de las alemanas – que incluso hacen algunos pasos de baile al celebrar un punto – hasta la gran bandera de las portuguesas, que también se entregan a los caprichos musicales: equipadas con baquetas y un ‘redoblante’ que haría envidiar al mejor percusionista, acompañan cada punto con una actuación al estilo de Will Champion – el baterista de Coldplay – con coros y inevitables movimientos de baile. Un espectáculo.
No se quedan atrás las egipcias. En la esquina de su equipo aparece un gran tambor de percusión que una chica del equipo toca con un excelente sentido del ritmo, y cada punto resuena con un ‘bum bum’ que rebota por todo el Khalifa. ¿Y las japonesas? Quienes han vivido un evento deportivo en Tokio y alrededores seguramente recuerdan las pequeñas trompetas similares a las «vuvuzelas» sudafricanas. Las chicas de Japón no se hicieron de rogar para traer algunas aquí, usándolas más que nada como percusiones sobre baterías improvisadas – los reposabrazos de las sillas – que hicieron del partido contra Chile un espectáculo dentro del espectáculo, gracias también al apoyo y entusiasmo de las chilenas. A propósito: a ellas y a las chicas holandesas se les debe reconocer un indudable gusto musical – las primeras con ritmos latinoamericanos, las segundas más pop – con sus inseparables altavoces bluetooth portátiles que exhiben durante los entrenamientos o en un recorrido por el recinto. En la sala de jugadores, en cambio, son los desafíos de billar los que regalan espectáculo. Los más apasionados, jugadores y jugadoras de España, junto con los argentinos, entre risas, bromas, algún golpe maestro y ese toque de competitividad que para un atleta profesional es imposible dejar en casa. Los más aficionados al control de la PlayStation son sobre todo los holandeses del equipo masculino, porque relajarse antes y después del partido es una forma de socializar también entre equipos de diferentes países.
Sobre todo esto, hay un velo de magia y gran disposición. Los atletas no se escatiman y no se niegan al rito del selfie con los fanáticos o de la pelota gigante o de la camiseta para llenar de autógrafos. ¿Un ejemplo? En la jornada del miércoles, después de ganar el partido contra Alemania, las españolas se dirigieron al centro de medios, a pocos metros de la pista. Un camino de pocos segundos que, sin embargo, requirió casi un cuarto de hora para cerrarse frente a los micrófonos: las estrellas españolas fueron abrumadas por el cariño de los fanáticos y por las muy amables solicitudes de selfies de los seguidores. Entre las más enfocadas en las pantallas de los smartphones están Triay, Ortega, Fernández y sobre todo Paula Josemaria, quien hoy suma su fiesta de cumpleaños a la que ya se está llevando a cabo por los World Championships.