El “Italian Job” de Cassetta y Di Giovanni: “Jugar un Mundial es un sueño de la infancia, cada partido es una aventura maravillosa”
octubre 30, 2024“Escalofríos”. “Indescriptible”. Parecen títulos de una canción, pero en realidad son las respuestas intencionalmente concisas de Marco Cassetta y Lorenzo Di Giovanni. ¿Cómo le explicarías a alguien que no sabe nada de pádel o deportes lo que significa vestir la camiseta de la selección? Si preguntas a cualquier atleta de las 32 naciones presentes en los FIP World Padel Championships de Doha, la respuesta sería siempre similar. Marco Cassetta y Lorenzo Di Giovanni, jugadores clave de la selección italiana, tardan un buen rato en encontrar la definición adecuada, ya que explican al unísono: “Si es algo indescriptible, ¿cómo vamos a describirlo?”. Tienen razón. Pero sienten que representan a un país, Italia, que es el segundo en el mundo por número de jugadores y de pistas. Son, entonces, un punto de referencia, y lo saben, especialmente en un año en el que las transmisiones del Mundial han crecido exponencialmente, entre plataformas como Red Bull TV, canales como Supertennis y el propio streaming de la FIP. La audiencia que los sigue desde una pantalla ha crecido enormemente. “Claro que pensamos en esto cuando entramos a la pista”, explica Di Giovanni. “Saber que hay tanta gente siguiéndonos te hace jugar mejor; te electrifica cuando agarras la pala y miras al oponente”. “Aunque no estén en las gradas, es como si los viéramos animándonos. ¿Qué más se puede pedir?”, añade Cassetta. Para ambos, la atmósfera del Mundial es “perfecta. Aquí todo es hermoso, organizado hasta el último detalle, y vestir la camiseta de la selección no se compara con ningún torneo del mundo. Aquí somos Italia, y sabemos que todos los jugadores de las otras selecciones piensan lo mismo. Un Mundial es magia y un gran intercambio de experiencias sociales y deportivas. ¿Emoción? Diría la exaltación de ser parte de un evento irrepetible. Cada vez que entras a la cancha en un Mundial es como la primera vez, una aventura maravillosa”.
Los dos italianos siguen contando sus emociones: “Que haya tantas personas que animan por nosotros lo notamos también en nuestras redes sociales; aumentan los mensajes de ánimo, las preguntas, los abrazos virtuales. Es increíble”. A propósito: ¿responden a quienes les escriben en redes sociales? La respuesta es un doble smash: “Siempre”.
Los Azzurri debutaron contra Argentina, un reto nada fácil. Los campeones del mundo ganaron, pero los italianos dieron la batalla. “No todos los días te encuentras cara a cara con Tapia y Chingotto,” comenta Di Giovanni, “y fue increíble jugar un partido así. Eso es parte de la magia del Mundial. Aris Patiniotis y yo perdimos con honor y jugando bien; y puedo decirles que incluso extraterrestres como ellos, cuando visten la camiseta de su selección, son diferentes. No sé cómo explicarlo, pero tal vez sea esa responsabilidad que sientes al representar a tu país”. Cassetta también se enfrentó a dos jugadores de alto nivel: Augsburger y Di Nenno. “No es que todos los días te encuentres con jugadores de este nivel en el circuito,” sonríe, “y cuando sucede con la camiseta de la selección, todo es más bello y tiene más sentido. Son los partidos que sueñas desde niño, y los jugamos con la camiseta azul, ¿qué más se puede pedir?”
La charla con los dos Azzurri pasa por las anécdotas del vestuario, las que se cuentan con una sonrisa. Es algo que los jugadores de Marcela Ferrari nunca pierden. “¿Quién es el más charlatán? Fácil, diría Giulio Graziotti, pero te aseguro que Simone Cremona, con sus modales de príncipe, no se queda atrás: habla muchísimo,” revela Cassetta. Sobre quién es el más optimista al enfrentar un partido difícil, el Azzurro explica: “Nadie en particular, somos un grupo unido y competimos para ver quién es más optimista”. Al final, les preguntan qué será lo primero que contarán a sus seres queridos al regresar a casa: “Esperamos que sea algo bonito que aún esté por suceder…”. Juego, set, partido.